Tecnología: análisis y novedades
La minería urbana consiste en extraer metales preciosos de los aparatos electrónicos desechados. En un contexto de superproliferación de estos residuos, es una actividad cada vez más necesaria: Supone una gran reducción en potencia de la explotación del planeta… Y más ahora que una empresa neozelandesa ha descubierto el modo de extraer oro, cobre y paladio de los circuitos de los dispositivos que tiramos a la basura… mediante bacterias.
Desde el asalto al Capitolio se viene hablando mucho de Parler, una red social donde todo tipo de opiniones, incluidas la incitación a la violencia y la xenofobia, se expresan sin cortapisas. Según se denuncia, esta app fue esencial en la articulación del asalto al centro del poder representativo de EE.UU. Sin embargo, las redes sociales alternativas, que prosperan a espaldas o complementándose con las más populares como Twitter o Facebook, son un universo complejo, variopinto. Y, desde luego, no intrínsecamente negativo como pueda hacer pensar el brutal “salto a la fama” de Parler. Echamos un vistazo hoy a estas regiones de Internet habitualmente fuera del foco.
Sabemos que las aplicaciones de la inteligencia artificial llegan o llegarán a todos los recovecos de la vida. Hoy no sólo se aplica (con más o menos éxito) a crear obras artísticas, evaluar psicológicamente a candidatos a un puesto de trabajo e incluso psicoanalizar escritores que murieron hace siglos a través de sus textos. Lo que quizá no imaginábamos es que la IA sería capaz de llegar a nuestros sueños o, mejor dicho, a la interpretación de estos. Así funciona la tecnología que están desarrollando un grupo de investigadores de las universidades de Cambridge y Roma Tre.
Si los robots son ya perfectamente capaces de vencer a un ajedrecista humano, ¿por qué no van a poder dirigir, por ejemplo, una oficina? Hay muchos factores que hoy por hoy no parecen medibles por una IA: empatía, trato humano, inteligencia emocional… Sin embargo, ya hay algoritmos aplicados a tareas más “cuantificables” en el entorno laboral. Algunas pueden verse como ventajas. Otras… son potencialmente inquietantes. Repasémoslas:
Seguro que conoces Deepfake, la tecnología algorítmica que inserta una cara falsa sobre la del personaje real en un clip de vídeo y que tantos memes ha dado de sí. Más allá de las bromas, Deepfake puede orientarse a otros usos más inquietantes, como la generación de vídeos falsos con mensajes confusos con personajes a los que se quiere desacreditar o distorsionar. Como sucede a menudo con la tecnología, y como ya hemos citado algunas veces en este blog, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad ”. Pasemos a conocer más a fondo Deepfake, tanto en su lado oscuro, como su lado “bueno”.
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