Desde el asalto al Capitolio se viene hablando mucho de Parler, una red social donde todo tipo de opiniones, incluidas la incitación a la violencia y la xenofobia, se expresan sin cortapisas. Según se denuncia, esta app fue esencial en la articulación del asalto al centro del poder representativo de EE.UU. Sin embargo, las redes sociales alternativas, que prosperan a espaldas o complementándose con las más populares como Twitter o Facebook, son un universo complejo, variopinto. Y, desde luego, no intrínsecamente negativo como pueda hacer pensar el brutal “salto a la fama” de Parler. Echamos un vistazo hoy a estas regiones de Internet habitualmente fuera del foco.
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Mastodontes y Mastodon
Facebook es la red social más usada del mundo, con 2.449 millones de usuarios, seguida de Youtube (2.000 millones) y WhatsApp (1.600 millones). Instagram supera los 1.000 millones y TikTok le va a la zaga con 800. Twitter, la red social más influyente, donde parece fraguarse la realidad social y política, es la preferida por los poderosos. Sin embargo, reúne “solo” 340 millones de usuarios. Frente a estos mastodontes, redes como Mastodon alcanzan cifras mucho más modestas: 4,4 millones de usuarios en el caso de la mencionada, que se fundó en 2016. Mastodon, considerada alternativa a Facebook y Twitter, aporta, sin embargo, atractivas ventajas: Puedes elegir varios timelines (aquí las publicaciones se llaman “toots” –“bozinazos”). El usuario sabe quiénes ven sus posts; incluye alertas de spoilers y carece de anuncios de microblogging. Como en todo, Mastodon tiene partidarios y detractores.
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Scuttlebutt
Creada en 2014 por Dominic Tarr, esta red social se caracteriza entre otras cosas por su descentralización y porque se puede utilizar offline al quedar la información almacenada en el ordenador del usuario en el caso de perderse la conexión a Internet. La idea le vino a su desarrollador mientras vivía en un barco donde las pérdidas de conexión eran continuas. Scuttlebutt significa “cotilleo”. Sus mensajes privados están cifrados de extremo a extremo.
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Signal: Mensajería alternativa
Si Telegram es la alternativa a WhatsApp, Signal es a alternativa a Telegram. Recomendado por el ex empleado de la CIA Edward Snowden o por Elon Musk, este servicio de mensajería tiene en su seguridad su fuerte: Además de cifrar los mensajes de extremo a extremo (cosa que ya hacen las principales apps de mensajería), cada conversación tiene una contraseña temporal que la hace inaccesible a intrusos. No en vano, la aplicación de mensajería Signal fue elegida por la Electronic Frontier Foundation como una de las apps más seguras del mundo.
Los que traemos son apenas unos ejemplos del océano de posibilidades al alcance de los usuarios. Quizá no haya que ver las redes sociales “alternativas” como algo opuesto a las más potentes, sino más bien como un complemento, otra forma de vivir online.
