Las máquinas de ozono vienen siendo utilizadas desde hace tiempo para desinfectar el ambiente. Los generadores de ozono eliminan tanto del aire como del agua bacterias, hongos y virus. En el ámbito industrial son incluso capaces de deshacerse de contaminantes químicos. Su uso es igualmente común en la desinfección de productos perecederos en el sector alimentario.
La expansión del coronavirus y el lento regreso a la “nueva realidad” ha hecho que muchos dirijan esta aplicación a la eliminación del SARS-CoV-2, y no sólo en el ámbito de la industria. De hecho, muchas discotecas planean implantar máquinas de ozono para limpiar el ambiente. Esta tendencia se expande a oficinas, comercios y otras instalaciones públicas.
Sin embargo, el entorno más novedoso al que están llegando los generadores de ozono es a pequeños espacios como el hogar y el pequeño comercio. Para ello se están comercializando modelos cada vez más sencillos, manejables y transportables, a medida del usuario.
¿Qué es el ozono?
El ozono es un gas azulado que erradica patógenos como mohos, esporas y microorganismos. Ataca también los malos olores.
Sus moléculas están formadas por tres átomos de oxígeno. Los generadores de ozono, captan éste en el aire y lo convierten en ozono mediante descargas eléctricas. Es un agente oxidante y, por tanto, resulta eficaz en la eliminación de microorganismos. Ahora bien, es fundamental que la proporción de éste la atmósfera sea la adecuada y no rebase los niveles recomendados. De otro modo es incluso nocivo. Se trata de una cuestión de mero equilibrio.
El ozono tiene ventajas: A diferencia de otros desinfectantes, no deja residuos y es inodoro. Es uno de los microbicidas más rápidos y eficaz que se conocen. Su rango de actuación sobre agentes que atacan la salud humana es muy amplio e incluye virus. Además, garantiza que no reaparezcan ni se reproduzcan, al destrozar su material genético.
Sin embargo, empleado en proporciones excesivas puede irritar el tracto respiratorio y los ojos. Por ello, el Ministerio de Sanidad, aun reconociendo la necesidad de biocidas como el ozono en estos delicados momentos, recomienda estrictamente que éste no se aplique en presencia de personas, sino cuando el espacio se encuentre vacío, antes o después de su utilización. Una vez desinfectado, el lugar se deberá ventilar adecuadamente.
Y tú, ¿instalarías una máquina de ozono en tu casa para garantizar la pureza del aire?