Bien lo dijo Charles Darwin en su teoría de la selección natural: Si no nos adaptamos a los cambios dejaremos de existir. Lo mismo sucede en la manera de consumir y comunicarnos. Un ejemplo claro es la realidad aumentada. ¿Qué sabes de ella? Te lo vamos a contar en este artículo.
Los herederos de un mundo virtual
Niños de no más de dos años deslizan su dedo por las pantallas de móvil esperando alguna reacción del dispositivo móvil: Son ejemplo de cómo las nuevas generaciones se adaptan a los nuevos tiempos. Todos estos cambios también nos llevan a utilizar nuevos términos, palabras como metaverso, streaming… o realidad aumentada. Estas son ya parte de nuestro lenguaje y hacen referencia al valor agregado, esa forma novedosa como son presentadas actualmente imágenes, videos, sonidos que se tramiten por smartphones u otros dispositivos móviles en tiempo real.
¿Cómo debe entenderse la realidad aumentada?
Louis B. Rosenberg, conocido en EEUU por ser el desarrollador del primer sistema funcional de realidad aumentada, es el referente para que otros puedan desarrollar sus propuestas futuristas que buscan ser rentables y funcionales en los próximos años.
Según Rosenberg, la realidad aumentada y el metaverso son tecnologías de medios que presentan contenido de la forma más natural posible, integrando a la perfección sonidos, imágenes e incluso sentimientos simulados, en nuestra percepción del mundo real.
Realidad aumentada: ¿Nuestro futuro o nuestro presente?
Imagínate poder viajar, vivir la experiencia de realizar deportes extremos y presenciar un concierto… Todo esto el mismo día y en tiempo real. Suena a algo imposible, pero son cosas que se están normalizando, cada vez somos más partícipes en vivir una vida virtual.
Sin embargo, es importante no confundir realidad virtual con realidad aumentada: La realidad virtual simula la realidad, mientras que la realidad aumentada parte de la realidad con componentes visuales adicionales.
¿Cómo está siendo aprovechada la realidad aumentada?
Un ejemplo que manejamos normalmente en nuestro día a día es el dispositivo que nos permite aparcar en marcha atrás. ¿Te has llevado un susto porque una persona estaba detrás de tu auto cuando retrocedías y no lo viste? Este dispositivo, como sabes, lo evita. Fue integrado en los coches por primera vez en 2001, y se activa en el instante en que el conductor pone la palanca en posición de marcha atrás. Nos da una aproximación de la distancia que puedes retroceder con señales verdes y rojas.
En este sentido, marcas como BMW han desarrollado el sistema de aparcacoches automatizado, con pantalla de realidad aumentada Head-Up. Actualmente numerosas grandes empresas están invirtiendo ya en realidad aumentada. Una de ellas es Telefónica, que presentó la experiencia en marzo en el Mobile World Congress de Barcelona con un espacio virtual de la marca a escala real. La instalación posibilitaba varias experiencias de realidad aumentada a partir de simuladores en espacios de 360 grados, y que permitían la interacción entre usuarios.
La realidad aumentada en el comercio
Hablando de adaptaciones más actuales, algunas tiendas utilizan la realidad aumentada en el proceso de compra, donde el usuario puede verse utilizando la ropa sin necesidad de un probador. Otros aprovechan sus posibilidades para el desarrollo de podcasts, webcasts, películas, programas de televisión y videojuegos.
Sin duda la realidad aumentada llegó para mejorar la eficiencia de las tareas y la calidad del rendimiento de las experiencias de los usuarios.