Para algunos, es sinónimo de comodidad en el hogar. Para otros una amenaza a la privacidad. Sea como sea, el concepto de smarthome u hogar inteligente ha llegado a nuestras vidas para quedarse. A lo largo del pasado año, los usuarios de Alexa en idioma español realizaron un total de 204 millones de consultas verbales a la asistente de Amazon y le solicitaron la realización de 329 millones de acciones... Y es indudable que nuestra relación con la domótica no ha hecho más que empezar.
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Cada vez más enchufados
En la actualidad, más de 9.500 marcas de todo el mundo han desarrollado en torno a 100.000 dispositivos y gadgets domóticos compatibles con Alexa. La gama es infinita: altavoces, iluminación, estufas, enchufes, cámaras de vigilancia, termostatos, cerraduras, videoporteros, routers... Con todo, el servicio que más utilizamos en nuestras casas es la música. El 90% de usuarios que han probado la domótica dicen que no volverían atrás.
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Origen de la domótica
Aunque la domótica parezca algo muy nuevo, en realidad tiene más de medio siglo de historia: Los primeros aparatos destinados a la automatización de edificios aparecieron en los años sesenta en EE.UU. y se encargaban, fundamentalmente, de la regulación de temperatura. La irrupción de las computadoras en los 80 y finalmente Internet fueron los siguientes pasos. Primero nos acostumbramos a verla en las películas de ciencia ficción. Ahora la tenemos ya en nuestras casas.
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El 5G y el Internet de las Cosas
La última gran revolución es el 5G, que rápidamente está conquistando el mundo. El llamado Internet de las Cosas, con el salto cualitativo y cuantitativo que supone en transmisión de datos, eleva a un nuevo nivel las aplicaciones de la domótica. Cada vez son más los aparatos que podemos controlar y programar a través de nuestro Smartphone o tablet, y con mayor precisión.
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El smarthome del futuro
Según los expertos, la evolución inmediata del hogar inteligente pasa por la creación de electrodomésticos (lavadoras, neveras, aspiradoras, etc.) que no necesiten ser programados ni recibir órdenes. El objetivo es liberar a los usuarios de estar pendientes de todas estas cuestiones que tanta atención diaria requieren. Se trata, pues, de llegar al asistente perfecto. ¿Quién lo conseguirá? ¿Apple con Siri, Google con Google Assistant o Amazon con Alexa?