Aunque los rankings varían, podemos afirmar que España se encuentra entre los diez países del mundo donde más utilizamos el móvil. Lo consultamos una media de cien veces al día, los jóvenes incluso mucho más. Podría creerse que su uso es mayor durante el invierno y las épocas típicamente asociadas al trabajo y la actividad. Sin embargo, tampoco en vacaciones nuestros smartphones descansan. No dejamos de castigar todos sus elementos, en especial la batería. Las altas temperaturas, además, la perjudican y acortan su vida. En verano hay que tener, pues, una atención especial con ella. Te recordamos unos consejos básicos para preservar la batería de tu móvil.
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Evita sobrecalentar tu móvil
Mantener tu teléfono a salvo del calor y del sol es un consejo básico, obvio, pero a menudo, en un largo día de playa, lo olvidamos. Las baterías funcionan mediante reacciones químicas que mantienen “vivo” tu teléfono. La exposición continua a altas temperaturas tiende a evaporar sus líquidos, lo que puede dañar el dispositivo, reduciendo su operatividad. En caso de que tu móvil se sobrecaliente, apágalo y ponlo en un lugar fresco y oscuro. Puedes también quitarle la carcasa para ayudar a que recupere su temperatura normal.
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Regula el brillo de pantalla
El brillo en la pantalla de tu móvil consume mucha energía y, a menudo, ponemos más del que necesitamos para una buena visibilidad. Te recomendamos regular de manera adecuada esta opción de tu terminal y, si realmente el sol te resulta muy molesto (cuando lo utilizas en el coche como GPS, por ejemplo), puedes siempre adquirir una pantalla antirreflejos.
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No abuses de la recarga de tu smartphone
Sea verano o invierno, no es conveniente recargar tu teléfono móvil más veces de la cuenta. Considera que 400 cargas completas reducen su capacidad hasta en un 20%. Lo habrás notado por propia experiencia, aunque esto varía mucho según marca y modelo. En todo caso, te aconsejamos ser disciplinado en las recargas de tu teléfono. Eso alargará su existencia. Además, te recomendamos no utilizar el móvil (o hacerlo lo menos posible) mientras se carga para evitar sobrecalentamientos y, desde luego, utilizar el cargador correcto.
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Sé eficiente en el uso de aplicaciones
A menudo nos comportamos con nuestros teléfonos como si fueran inmortales, y no es así. Sé eficiente en el uso de tu móvil: Desconecta todo aquello que no estás utilizando. Es uno de esos propósitos que todos nos hacemos y que, al final, raramente conseguimos llevar a cabo: desconectar Bluetooth y WiFi si no los estamos utilizando, cerrar aplicaciones que permanecen activas en segundo plano, eliminar aquellas que no empleamos… Un pequeño ejercicio de higiene que nuestro terminal agradecerá.
